A ver Alicia, atrévete a enfentrar a tus antepasados!
Ellos no te dirán nada, necia Alicia,
tu espejo está hecho añicos.
Todavía los recuerdas, pero ya pasará,
tu vista negra pronto cambiará
en un azul o colorado,
o por lo menos intento pensarlo
para que estés tranquila.
Parecés saltar de alegría,
pero tus manos duermen mojadas,
tu pelo se encuentra revuelto.
¡Qué aparienciuas da el mundo!
Pero tu espejo está roto, roto, roto.
No llores Alicia, los añicos algún día los arreglarán...
¿A quién perseguías Alicia?
¿Al conejo?, ¿A su tiempo?
¿A no estar sola?
El nunca parará, por ende nunca lo alcanzarás
porque su tiempo es distinto al tuyo.
Ellos corren, juegan, corren
y Alicia observa como si todo sucediera
en un souvenir.
Ella mira
observa
trasluce
vislumbra
y lo único que Alicia mira es su espejo.