sábado, 26 de febrero de 2011

MACONDO



San Juan, Malimán. Año 2008. 40 habitantes, 1 escuela de frontera apadrinada.






Hay un pueblo blanco y solitario
en un largo gris del monte, yace alejado.
Un seco viento norte trae esas almas apenadas.
¡Hay cuántas espinas abandonadas!

¿Quién hizo esto a esas tierras?
¿Quién dejó desolada y triste a esta gente?
¿Cuántos años de Historia fueron suficientes para que ocurra esto?

Se olvidan de los pequeños pueblos
que tanta riqueza tienen.

Pero la responsabilidad es una flor
que casi nadie la tiene...
Es difícil verla porque requiere de esa cuota
de involucrarse.
Pero este y millones de pueblos dependen de ella...
de esta inocente flor de esperanza...

AmbigÜamente otras gentes
no despegan su vista de ellas mismas
y así se vsiten de culpas.
¡Antagónico mundo, Antagónico pueblo!

¿Y quién no los ve a ellos, a los de este pueblo blanco?
a estas miradas tímidas pero brillantes,
ellos nada piden, eso los hace nobles.
Enséñame niño pueblo a querer lo pequeño,
yo, alma insaciable,
producto del capitalismo infame,
qué hago? Guíame...

Quiero amar a la tierra y no destruirla.
Sabemos que ésta nos brinda vida.

Pero vos niño de ojos negro noche,
tu escasa educación guía tu gran saber de amar lo propio;
y algún día otros lo verán, mientras tanto guíame...

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