Sos aquella sombra desvanecida de mis recuerdos. Cada vez que te deseo entro en un túnel de contradicciones que me impiden buscarte. Si sos lo que quiero,¿Porqué no lo hago? ¿Porqué no te busco?
Supongo que tu huida significa algo y debo respetarlo. Mientras tanto aguardo en las penumbras a tu regreso marchito que marcará el ocaso o el amanecer de nuestras vidas. Pero, ¿quién sabe que pasará, o acaso hay algo más verdadero que el camino de los avatares del tiempo? De la misma memoria que sella en sus cofres nuestros preciados momentos. Aguardar, esperar, morir, desvanecer y volver a morir. Cuento los segundos que pasaron desde aquella trágica despedida, donde tu adiós confuso se llevó mis lágrimas. ¿Realmente quisiste irte? ¿O yo te eché y vos orgulloso huiste? Cómo saberlo si el dolor de aquel encuentro-despedida fue concientemente olvidado para nunca jamás ser.
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